La muestra no pretende utilizar el arte como documento de análisis de la historia, sino provocar una serie de encuentros entre pinturas y fotografías para revelar cómo la historia misma se ha convertido en una sucesión de imágenes.
Fotografías como las de la Comuna de París, las trincheras de la Primera Guerra Mundial, el hombre en la luna, la niña rociada por el napalm en Vietnam, los campos de concentración o los magnicidios del siglo XX, son lugares privilegiados de la conciencia histórica en mucha mayor medida que la experiencia que proponen otros géneros artísticos.
Esta exposición se enmarca en el contexto de PHotoEspaña 04, que lleva el título general de Historias, y se presenta dividida en los conceptos generales monumento/espectáculo, utopia/terror y memoria/poder, capítulos que servirán para ordenar las piezas de la muestra.