Miguel Fisac y Alejandro de la Sota coincidieron en el tiempo, estudiaron en la Escuela de Arquitectura de Madrid y, a pesar de que uno procedía de Daimiel y el otro de Pontevedra, decidieron instalar sus estudios de arquitectura en la capital. Sus inicios fueron similares, pues empezaron a trabajar en una España recién salida de la Guerra Civil, aislada de todo discurso cultural y arquitectónico relevante en el mundo; sin embargo, sus trayectorias tomaron rumbos bien diferenciados, y parece que el final no podría ser más opuesto: Miguel Fisac, acabó su carrera moldeando prefabricados pesados, mientras que, De la Sota acabó construyendo únicamente con prefabricados ligeros de última generación, construyendo obras cada vez más livianas.

Exponer dos trayectorias tan dispares como las de Miguel Fisac y Alejandro de la Sota en una misma sala permite observar en paralelo dos maneras bien distintas de hacer y de entender la arquitectura con la confianza de que, lejos de disturbarse, ambas se complementen y sean capaces de ofrecer un panorama más amplio de la arquitectura española de su tiempo. No se trata tanto de comparar sus trayectorias, sino de yuxtaponerlas con el fin de que el visitante pueda extraer sus propias conclusiones.

Con motivo de esta exposición conjunta dedicada a ambos arquitectos, coincidiendo con la conmemoración del centenario de su nacimiento, se publicó un catálogo en el que se recogieron diversos estudios relativos a la trayectoria de estos grandes arquitectos españoles del siglo pasado.