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FECHA: 5 diciembre, 2017

Arniches y Domínguez. La Arquitectura y la Vida”: 300 piezas fruto de más de dos años de investigación que dan como resultado una exposición inédita que repasa la trayectoria vital y profesional de ambos artistas. Hasta el próximo 21 de enero, podrá verse en el Museo ICO la muestra de estos dos arquitectos, integrantes de la conocida como generación del 25.

Carlos Arniches y Martín Domínguez se conocieron en Madrid en 1914, año en el que ambos ingresan en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Tras ese encuentro, formarán una de las asociaciones de arquitectos más brillantes de la primera mitad del siglo XX en España. Sus nombres aparecen asociados  y de manera destacada, a la generación del 25, que tuvo su foco en Madrid.

Será en esta ciudad en la que inicien sus primeros proyectos profesionales y en la que realizarán algunas de sus obras más significativas, en el contexto de un tiempo caracterizado por la transformación social, educativa y económica.

Así, durante el período que abarca desde 1923 a 1937 ambos realizan algunas de las obras más destacadas de la arquitectura en España, como el Instituto Escuela (1931), los Albergues de Carretera (1928-1935) y, especialmente, el Hipódromo de la Zarzuela (1935), proyectado junto a Eduardo Torroja.

En este sentido, Madrid representa uno de los mejores ejemplos de ciudad en la que dejaron representada su impronta. Intervienen en edificios como el Café Granja “El Henar” (1926 y en la actualidad); el Café Zahara (1930) y las reformas del Café Gijón (1948) y el Palacio Longoria (1950, sede actual de la SGAE); el Laboratorio de Química de la Residencia de Señoritas Estudiantes (1927, actual Fundación Ortega y Gasset); la piscina cubierta, el frontón, el auditorium y la biblioteca de la Residencia de Estudiantes; la sección preparatoria del Instituto-Escuela (actual IES Ramiro de Maeztu) así como su pabellón de párvulos; la conocida gran Farmacia de Goya y la camisería de lujo “Regent” (1927)

Pasear por el Madrid actual supone hacerlo por una ciudad que aún mantiene vivo su recuerdo, ejemplificado a través de las obras “vivas” y su reflejo en la propia exposición a través de fotografías y maquetas, entre otros.

La Colina de los Chopos:

En los terrenos situados entre el paseo de la Castellana y el final de la calle de Serrano se sitúa la Colina de los Chopos, nombre dado por Juan Ramón Jiménez a los terrenos en los que la Institución Libre de Enseñanza construiría numerosos edificios educativos al servicio de los  principios de una nueva educación que aspiraba a la completa transformación social del país.

La maqueta que se puede ver en la exposición, prestada con este fin por el CSIC, muestra precisamente los edificios de la Colina de los Chopos en 1936. Carlos Arniches y Martín Domínguez participaron, a través de su trabajo como arquitectos, en algunos de los proyectos pedagógicos más significativos del periodo:

Pabellones del Instituto-Escuela:

El Instituto-Escuela, fundado en 1918, estuvo concebido como una escuela experimental, además de centro de formación del profesorado, cuyas iniciativas pedagógicas pretendían extenderse a toda la enseñanza pública una vez probadas y ensayadas.

Arniches y Domínguez construyeron, a partir de 1930, los dos nuevos pabellones del Instituto-Escuela:

En primer lugar, el pabellón de Bachillerato. El nuevo edificio consta de dos partes unidas entre sí por la caja de la escalera. Destaca el doble cuerpo del aulario, “que descansa sobre columnas de hormigón armado, de color azul claro, y cubre una parte del patio que, durante el verano, sirve para dar clases al aire libre, y como lugar de recreo en los días de mal tiempo. Las cubiertas son planas y forman así azoteas […] adecuadas para tomar baños de sol y hacer ejercicios gimnásticos”, según puede leerse en la Memoria del proyecto.

En segundo lugar, el modélico parvulario. Su vanguardista arquitectura fue un ejemplo paradigmático entre las nuevas construcciones escolares, donde la innovadora concepción arquitectónica de sus aulas propiciaba la creación de espacios más flexibles y relacionados con el exterior. Además, los parasoles, fruto de la colaboración de los arquitectos con Torroja, marcan de forma definitiva la secuencia de aulas y huertos escolares del nuevo pabellón de párvulos.

En la actualidad: I.E.S. Ramiro de Maeztu (Calle de Serrano, 127)

A partir de 1939, los pabellones de Bachillerato y Primaria del Instituto-Escuela fueron transformados y alterados en numerosos y muy significativos detalles, que cambiaron las novedades que habían aportado en el momento de su construcción, y la concepción integral del proyecto pedagógico con el proyecto arquitectónico.

Se conservan los parasoles del edificio de Primaria y una copia del relieve “La Escolar”, de Ángel Ferrant, situado a la entrada de este edificio, que todavía se conserva.

Auditórium de la Residencia de Estudiantes:

En el ámbito de la educación superior destacó la Residencia de Estudiantes. Inspirada en el modelo de los colleges ingleses y favorecedora de un espíritu de unión e intercambio entre ciencia y cultura, marcó en España a toda una generación de intelectuales. El éxito del proyecto dirigido por Alberto Jiménez Fraud hizo que pronto se necesitara abordar su ampliación con la construcción de un nuevo edificio que albergara una sala de conferencias, una biblioteca, salas de lectura y varias clases para cursos especiales. Arniches y Domínguez proyectaron un edificio, inaugurado en 1933, cuyas diferentes funciones se articulaban en torno a un claustro organizado a partir de unas amplias arquerías clásicas construidas desde una abstracción compositiva moderna.

En la actualidad: el Auditórium de la Residencia de Estudiantes fue destruido tras acabar la Guerra Civil. Miguel Fisac construyó la Capilla del Espíritu Santo (Calle de Serrano, 125), conservando la altura de cuatro metros de los muros existentes del  auditorio original.

Fisac conservó sin modificar el claustro y en la actualidad forma parte del Centro de Física Miguel Antonio Catalán, dependiente del CSIC (C/ Serrano 121).

La Residencia de Señoritas:

Respaldada por el desarrollo de brillantes experiencias foráneas, fundamentalmente en Estados Unidos, la Residencia de Señoritas fue un centro universitario destinado a incentivar la incorporación de la mujer a la enseñanza superior. Funcionó desde 1915 hasta el estallido de la Guerra Civil, siempre bajo la dirección de María de Maeztu.

El conocido como “Pabellón Arniches” de la Residencia de Señoritas, fue construido por Carlos Arniches en 1932, destinado a dormitorios para las residentes con sus servicios asociados: lavandería, cuartos de instalaciones y un salón, distribuidos en cuatro alturas. El edificio es la expresión de un racionalismo contenido y sobrio a la par que atento a su localización urbana en el ensanche madrileño. El proyecto arquitectónico se completaba con el diseño de un depurado mobiliario.

En la actualidad: El edificio proyectado por Carlos Arniches forma parte de la sede de la Fundación Ortega Marañón, y se encuentra enclavado en el cruce de  la Calle de Miguel Ángel con el Paseo Del General Martínez Campos.

Hipódromo de la Zarzuela:

En 1934 se convoca un concurso para construir un nuevo hipódromo a las afueras de Madrid que sustituyera al de la Castellana (a la altura de Nuevos Ministerios), afectado por el crecimiento de la ciudad. Aunque cabe señalar que la capital tenía ya un siglo de tradición en la realización de carreras de caballos.

Arniches, Domínguez y el ingeniero Eduardo Torroja19 ganaban el concurso con un edificio de estilo racionalista, en el que destacan unas grandes arcadas y voladizas que generan dinamismo, un aspecto sin el cual no podemos entender los hipódromos

 

Carlos Arniches y Martín Domínguez. La Arquitectura y la Vida

Comisarios: Pablo Rabasco y Martín Domínguez Ruz

Fecha: Hasta el 21 de enero de 2018

Horario: de martes a sábado de 11 a 20h; domingos y festivos de 10 a 14h

Visitas guiadas gratuitas de viernes a domingo

Comisariada por Pablo Rabasco y Martín Domínguez Ruz, estará abierta al público hasta el próximo 21 de enero, con visitas guiadas gratuitas de viernes a domingo

Lugar: Museo ICO (c/Zorrilla, 3) 28014, Madrid

Entrada gratuita

Transporte: metro Sevilla y Banco de España. Autobuses: 1, 2, 3, 5, 9, 10, 14, 15, 20, 27,37,41,51,52,53,74,146, 150 y tren estaciones de Atocha, Sol y Recoletos