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FECHA: 16 diciembre, 2013

La Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT) ha otorgado los Premios Escolares “Una ciudad sin violencia” durante el acto que se ha celebrado en el Palacio de Zurbano, de Madrid, el día 16 de diciembre de 2013, con el apoyo y patrocinio de la Fundación ICO.

En el acto de entrega han participado la presidenta y vicepresidenta de la FVT, Mari Mar Blanco y Ángeles Pedrazo, así como, los subsecretarios de Interior y Fomento, Luis Aguilera y Mario Garcés Sanagustín.

Estos premios tratan de fomentar entre los escolares la cultura de la no violencia en nuestra sociedad y el conocimiento de las víctimas del terrorismo.

A través de una convocatoria dirigida a alumnos de primaria, ESO y Bachillerato de centros educativos de toda España, los premios 2013, han recaído en la categoría de redacción a cuatro alumnos de distintos colegios, estudiantes de 3º de la ESO y 2º de Bachillerato.

Premios de Redacción ESO:

COLEGIO VIRGEN DE ATOCHA (D.D.J. Alonso)
El trabajo presentado por un alumno de este centro relata la experiencia vivida por él mismo en un contacto directo con el testimonio de las víctimas del terrorismo españolas y las sensaciones y reflexiones que dicho encuentro provocan en él.

COLEGIO DIOCESANO ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA, (D.A.S. Jiménez)
La alumna abulense presenta un breve y espontáneo relato de ficción bajo el título “El sueño de Irati”, con el que rinde lo que ella misma denomina su “pequeño homenaje hacia todas las víctimas del terrorismo y en especial a los niños que, como la niña de mi historia, han sufrido la pérdida de lo más importante para ellos: sus papás”.

TRINITY COLLEGE SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES (D.C.C. Gómez)
Este centro ha presentado el trabajo “Mi abuelo fue un superhéroe”de una alumna que, con una carta de agradecimiento redactada en primera persona, realiza una bella semblanza de la figura de su abuelo, que fue víctima del terrorismo.

Premio de Redacción Bachillerato:

COLEGIO CALASANCIO (D.P.G. Yeves)
Redactado en un tono intimista y cercano, la alumna ganadora hace reflexiones personales sobre la base de una fecha fatídica, el 1 de agosto de cualquier año, en la que se produce un asesinato terrorista. “Aquel 1 de agosto me despedí de mi mejor amiga, en los jardines donde tantas otras veces habíamos estado juntas”.