El dibujo se ha considerado tradicionalmente como el germen de la obra de arte. En este sentido, hay que destacar la especial relevancia que alcanza en el proceso creativo del escultor, quien, generalmente, realiza bocetos preparatorios antes de lanzarse a modelar, esculpir, fundir o construir. La muestra no trata de presentar esculturas y sus bocetos, sino obras independientes que conversando entre sí hacen comprender mejor la producción artística y estilo de cada uno de los autores.

La revolución escultórica española

La nueva exposición del MUICO supone una oportunidad para el visitante de descubrir en una única sala, de forma temporal, un panorama completo de todo un periodo histórico, en el que la escultura española vive un momento de gran esplendor, caracterizado por la innovación. En total, están presentes 120 obras y 38 autores que representan las principales aportaciones fundamentales que estos artistas realizaron a la plástica de vanguardia. Como indica Francisco Calvo Serraller en el catálogo de la Colección la “importancia de la aportación de los artistas españoles al desarrollo de la escultura del siglo XX no se puede cifrar, desde luego, en una treintena de nombres, pero, a través de los que están representados en la colección reunida por el ICO, sí cabe evocar lo esencial de esta epopeya”.

La Colección de Escultura del ICO, que pudo verse expuesta en España por última vez en 2003, permite estudiar, a través de obras y autores representativos, la evolución de la escultura de vanguardia española del siglo pasado.

Donación de Alvaro Siza

Además, en la exposición se podrá contemplar la última adquisición de las Colecciones ICO, una de las primeras piezas escultóricas del reconocido arquitecto Álvaro Siza,  que realizó específicamente para la muestra ‘Escultura. El placer de trabajar’, que organizada y producida por la Fundación ICO, descubrió la faceta de escultor del prestigioso arquitecto portugués, desconocida hasta entonces para el público.

La escultura Pino, una representación esculpida en pau cetim, con base en castaño envejecido, se suma a los dos dibujos del autor con los que cuenta el MUICO. De esta manera se completa la presencia de Siza en la colección permanente del museo.