La sede del think tank Bruegel en Bruselas ha acogido hoy la presentación del “Anuario del Euro 2017“, editado por la Fundación ICO y la Fundación de Estudios Financieros (FEF). La presentación ha corrido a cargo de la directora de la Fundación ICO, Cristina Cabrera , presidente de la Fundación ICO, Javier Méndez-Llera, director ejecutivo de la FEF, y Guntram B. Wolff, director de Bruegel.
El punto central del evento ha sido un debate moderado por Maria Demertzis, Deputy Director de Bruegel, que ha contado con la intervención de Massimo Giuliani, director de la Graduate School of Economics de la Universidad de Amsterdam y de Fernando Fernández, profesor del IE Business School y director del Anuario del Euro. En el debate, titulado Proposal to strengthen the European Monetary Union: Combining fiscal discipline with risk sharing, se ha analizado el documento elaborado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad de España.
En el informe Posición española sobre el fortalecimiento de la UEM publicado el pasado mes de abril se realiza una apuesta por profundizar en la UEM y dotarla de los mecanismos necesarios para aportar solidez y credibilidad a las entidades financieras de la zona Euro frente a escenarios de incertidumbre. Una prioridad en este sentido es la puesta en marcha del llamado EDIS (Sistema Europeo de Garantía de Depósitos) que serviría para mutualizar el riesgo a nivel europeo y aportar la confianza a la inversión. En ningún caso, se plantea que la entrada en vigor de este mecanismo sirva para cubrir las exposiciones relevantes anteriores a la Unión Bancaria, unos legados que deberán compensar los propios bancos. El sistema que se propone para alimentar el EDIS se basaría en contribuciones de los bancos, escalonadas según su nivel de riesgo. Otras medidas que se plantean son la necesidad de reformas para reducir las divergencias de competitividad, crear un mecanismo de estabilización para la UEM o apostar por crear un nuevo instrumento de préstamos del BEI.
El análisis de los economistas
En paralelo también se ha debatido sobre la propuesta elaborada, entre otros, por Joaquín Almunia, Josep Borrell, Ana Palacio, Emilio Ontiveros o Alicia García-Herrero en el informe Quit kicking the can down the road: a Spanish view of EMU reforms y que coincide en sus propuestas con el documento del Ministerio de Economía. Los autores también consideran necesario un mayor desarrollo de la UEM, si bien entienden como condición indispensable para su efectividad que se dote de más poder a las instituciones Europeas. Por consiguiente, todos los países deberían ceder un grado mayor de soberanía o los países no tendrían incentivos para respetar y aplicar reglas más estrictas. Asimismo, de cara a la credibilidad del sistema, consideran que debe profundizarse en la unión fiscal con una supervisión fuerte y creíble sobre los presupuestos de los países miembros. Eso requeriría reforzar los poderes de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo.
El Anuario del Euro 2017
El Anuario del Euro se ha consolidado como el único estudio a nivel europeo que cada año analiza los grandes retos del proceso de integración y que realiza previsiones sobre los próximos escenarios que marcarán la actualidad financiera y política de la Unión Europea. La importancia y experiencia de los autores participantes convierte a esta publicación en el referente internacional para entender cuáles serán las próximas etapas en la construcción europea.
El anuario 2017 contiene tres partes muy diferenciadas. En la primera se abordan los escenarios políticos y económicos y las prioridades de la Unión tras el Brexit. También se explica la unión del mercado de capitales como un paso necesario hacia una mayor integración política y económica. En la segunda parte se analiza el funcionamiento de la Unión Monetaria, la evolución del euro, la fragmentación y volatilidad de los mercados financieros en Europa, la política monetaria y la regulación y supervisión bancaria.
En la tercera y última parte se intenta diseñar el futuro. Se profundiza en lo que serán las prioridades supervisoras del BCE en el año 2018, con su objetivo de reducción del stock de activos morosos en los balances bancarios; se ofrecen algunas lecciones del primer ejercicio de resolución bancaria europea que tuvo al Banco Popular como protagonista; se presentan propuestas para el nuevo marco de gobernanza fiscal europea y finalmente se incorpora un capítulo sobre cómo debe ser la dimensión social del euro. Los autores concluyen con aportaciones originales sobre cómo sustantivar esta dimensión social.